días fríos.

Te has perdido en la tristeza


hay días en los que es preferible no abrir la boca. Hay días en los que sencillamente no deberías ni pestañear. 
Hay pequeños gramitos de arena que forman una enorme montaña... tan tan tan alta que es imposible que la trepes para llegar a la cima. De cosas que te parecen lo mas estúpido del universo. Parece que tu cuerpo no reconoce los actos de esa persona, que esas palabras que ha escrito se te han tatuado en los ojos; te da la impresión de que es inalcanzable la felicidad... se descontrola todo, te das cuenta de que estas llorando y no puedes evitarlo. Que la tristeza te ahoga; que te cuesta respirar. Ves que el mundo esta gris en tus ojos, ves que las cosas poco a poco cambian y que muchas personas parecen ser algo que no son. Cuando se enfadan, cuando tienen coraje dentro y lo sueltan todo, sueltan todo lo que piensan de ti. En ocasiones duele y sabes que desde entonces nada volverá a parecerse. 
Y que tu cuerpo últimamente esté más frágil de lo normal te hace ver que no estás pasando el mejor momento. Porque cuando una cosa va mal,parece que es el centro de todo. Y que nada te sale bien, que todo va en tu contra. Que no hay remedio para nada y que todo es complicado. Demasiado para ti... 
y cada vez que lo piensas te entran ganas de correr y no volver a mostrarte nunca a nadie. De vez en cuando te apetece huir... de permanecer sola en el silencio, deshacerte de todos los problemas y enterrarlos en algún lugar lejos, de pensar si de verdad hace falta llorar por todas esas palabras... de que cuando dice que te conoce tu ya dudes de ello, porque la persona que describe no se parece a ti. Te das cuenta de que no te conoce a ti, conoce lo que él cree ver. 
Porque estás segura que tú no necesitas que nadie ande detrás de ti y que esté hablándote con la mejor voz de todas. No pretendo que nadie me hable perfectamente y que me diga mentiras, solo quiero oír algo verdadero y que de verdad estés seguro de ello. 
Y que igual cuando te vea tendrás la misma tez cálida y joven de siempre, las mismas manos grandes y acogedoras que son irresistibles. Y la misma mirada, dulce, pura y perfectamente luminosa como de costumbre. Pero yo no te veré igual. No veré a la persona que me demostraste en su momento que eras. Y eso duele, porque aunque te imagines que no me importa y que me da igual, no es así. No tiene nada que ver. Las cosas me duelen, pero nunca, en la vida... palabras como las de anoche se me habían clavado tan profundo.
A veces creo que es mejor que no me hayas conocido, y que no me haya interpuesto en tu camino. Quizás ahora sí serías feliz. Quizás alguien te hubiera hecho creer que te quería más de lo que yo te quiero...

Anoche desapareciste por unos segundos. Te desvaneciste y parecía que estuviera hablando con un desconocido. 

a veces me imagino un mundo lleno de ti... lleno de tu felicidad  producida por mi. Siempre sonriendo, a veces parece posible hacerte feliz. A veces parece que no hay quien nos rompa. A veces sueño con que, consigues abrir los ojos y ver realmente lo que tienes delante de tus ojos. Que ves el te quiero que no digo y ves lo feliz que soy. A veces sueño que las cosas son de nuestro alcance y de que no hay ningún inconveniente en nada.