5 minutos, 4, 3, 2,1… ha llegado, te sudan las manos, te pica la cabeza, sonríes sin ninguna razón, ¿o sí? Claro que si, él, él es la razón de tu sonrisa. Te da un beso, ese beso dulce y corto, ese beso que tanto has echado de menos, su piel, tan suave como siempre, besas todas las partes de su cuello, posas la cabeza en su hombro, ese olor, que no se olvida aunque te venga la amnesia de un día para otro. Cierras los ojos, y de repente, solo existe él y tú, solo existimos nosotros. Imaginas que suena la canción que os hizo quereros más, que nos hizo entender que, de verdad esto es distinto, esto se llama amor. Y el amor es como la mayonesa, Si, la mayonesa. Esa de comida rápida. Esa que exprimes y sale. Creo que no hay nada más difícil para hacer. Meter junto la sal, el huevo, el limón, el aceite y bueno, créeme en comparación es mas fácil enamorarte de alguien que nunca pensaste que te gustaría.
En realidad la mayonesa es así, te puede enloquecer de un momento a otro, un instante parece perfecta, y el otro, todos los ingredientes están puestos para hacerla.
Pero si logras hacerla, nada más te detendrá. Pero, abres los ojos, y al parecer, nada cambia, seguís siendo vosotros, sigue sonando la canción que cambió vuestra vida, y todo esta perfecto…
Pero si logras hacerla, nada más te detendrá. Pero, abres los ojos, y al parecer, nada cambia, seguís siendo vosotros, sigue sonando la canción que cambió vuestra vida, y todo esta perfecto…
No hay comentarios:
Publicar un comentario